Jueves, se acaba marzo y este Jobshadowing ya ha superado su ecuador, sin embargo, no es sólo el aprendizaje por observación la única misión que tenemos en esta escuela. Un interesante proyecto se está fraguando desde la pasada primavera y parece que en estos dos días finales de nuestra estancia se van a atar muchos cabos que aún están sueltos.
Por lo pronto el día comienza con nuestras clases correspondientes. Hoy es un gran día para quien suscribe estas líneas, hoy toca una clase de Historia bilingüe. El nivel es el equivalente a un 3º de la ESO. El profesor es Markus Lehermeier quien decide arrancar la lección del día con un video de Tom Richey sobre las revoluciones de 1848. Después de ello una serie de explicaciones que se alternan con preguntas sobre la marcha, no muy diferente del modo en que me gusta dar las clases. Se pasa a continuación a una lectura en alta voz de varios apartados del capítulo en el que se hallan a esa altura del curso y, finalmente a un trabajo sobre un documento coetáneo de las revoluciones de 1848.



La mañana siguió con un clase de Economía, en dicha clase ya no sólo fuimos los habituales espectadores pasivos que, ocasionalmente éramos interrogados por algunos alumnos, es esta ocasión, su profesora: Sascha Graf , nos pidió que, por favor explicásemos a sus alumnos cuáles eran las causas de la huelga de transporte en España y cómo se estaba desarrollando la misma. Personalmente, no me sentí muy bien contando que la leche había desaparecido de los supermercados españoles a un grupo de alumnos entre los cuales figuraba una alumna ucraniana refugiada procedente de Kharkiv, los nuestros eran problemas de personas que no están experimentando los horrores de una guerra que te obliga a huir de tu país.


Nuestra estancia matinal concluyó tras una larga reunión con la psicóloga del centro, Ulrike Prenninger-Graf, que nos informó sobre el desarrollo de su labor en el Gymnasium, que, contrariamente a lo que pensamos, no es tan común en los institutos alemanes. Ella está 40 horas en el centro desarrollando una labor parecida a la de nuestros orientadores y, al mismo tiempo, ejerciendo como una especie de coach para los profesores ayudándolos psicológica y emocionalmente.

La tarde prometía emociones fuertes ya que teníamos una reunión para decidir sobre el futuro de nuestro proyecto de intercambio. Nuestros anfitriones querían que hubiésemos visitado la isla de las Rosas, en el Starnberger See, pero fue del todo imposible. Sin embargo, pudimos mantener la esperada reunión para establecer las bases de nuestro acuerdo e intercambio entre (con seguridad) tres o (probablemente) cuatro institutos de Alemania, España, Francia e Italia, trabajando todos con un eje común que giraría en torno a la Arqueología Subacuática. En esta reunión estuvieron presentes profesores representantes de los cuatro institutos, incluidos los de Tolón (Francia ) y Brescia (Italia); para esta reunión contamos además con la presencia de Max (perdón por no poder consignar su apellido) arqueólogo de la Gesellschaft für Archaeologie in Bayern, que nos estuvo hablando de la importancia para la investigación arqueológica del yacimiento subacuático de la Isla de las Rosas, que forma parte del Conjunto de los Sitios Palafíticos Prehistóricos de los Alpes declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Conseguimos ponernos de acuerdo en una serie de ejes de trabajo y fechas para los intercambios, la tarde y posterior cena fueron muy provechosas, por lo que decidimos llamar a nuestro acuerdo-proyecto el Tratado de Tutzing.









Como todas las jornadas hasta el momento, esta fue tan agotadora como las anteriores, nuestra agenda no ha tenido ni un sólo hueco para poder disfrutar de una paseo por Múnich. No obstante, este jobshadowing está resultando ser una experiencia de lo más satisfactoria.
Seguiremos informando.