Visitamos el instituto Havukosken que ha reformado recientemente sus interiores. Su director nos explica cómo ha sido el proceso. La primera cosa que te extraña es que no hay vallas ni control de acceso en la puerta. Cualquier persona puede entrar y salir del edificio. Hay una habitación en la puerta para dejar abrigos y zapatillas y se puede ir descalzo por el instituto. Tiene espacios abiertos de aprendizaje y aulas tradicionales. La ratio máxima de profesor/alumno es de 24 en la educación obligatoria y disponen de un ordenador para cada alumno. En todos los institutos de Finlandia y Estonia hay un comedor en el que los alumnos almuerzan gratuitamente. Asistimos a las clases de Biología y Matemáticas. Es normal encontrar varios profesores en el mismo aula (profesores de apoyo).

A continuación asistimos a varios talleres y formaciones. El primero de ellos sobre el uso de las TIC en la enseñanza (aplicaciones, QR, realidad virtual…). El segundo está impartido por una docente de Primaria que nos explica su experiencia en el aprendizaje basado en proyectos, que está incluido en el nuevo currículo finlandés. Por último, otro profesor de Secundaria nos explica el funcionamiento de la selectividad en Finlandia, que se realiza desde hace muchos años por ordenador.

Para finalizar el día tenemos la oportunidad de explorar la magnífica biblioteca central de Helsinki Oodi. No se parece en nada a una biblioteca, como nosotros la concebimos, es más un centro de creatividad, trabajo y esparcimiento, donde puedes encontrar libros, películas, videojuegos, juegos de mesa, ordenadores, máquinas de coser, impresoras 3D, videoconsolas, salas de estudio y reuniones, estudios de grabación de música… La devolución de libros está automatizada por robots que los escanean y transportan al lugar indicado.