Las buenas costumbres no deben perderse nunca y, sin embargo, quien firma estas líneas parece haberlas perdido para siempre. Antes (eran otros tiempos) solía escribir una entrada para el blog cada día durante mis movilidades, me he aburguesado o quizás me he vuelto más vago con la edad.

He venido a Roma en una modalidad de movilidad que no había llevado a cabo hasta el momento presente: una estancia de docencia. Hasta ahora siempre habían sido cursos, jobshadowings o acompañar a los alumnos en intercambios de corta duración. Dos semanas seguidas en Roma, enfrentándome a diario al reto de dar clase a alumnos que no son los míos pero en una escuela que no me es del todo desconocida. He vuelto al Liceo Statale Terenzio Mamiani tres años después de mi Jobshadowing aquí en enero de 2020. Sí, efectivamente, pocas semanas antes de la que pandemia de Covid19 estallase con todo su fuerza en Italia y, luego, a nivel mundial.
Este Liceo tiene el encanto de las escuelas antiguas; personalmente me trae recuerdos de mis tiempos como estudiante (malo) en el IES Columela, o Instituto de Bachillerato Columela, que era como se llamaba en aquel entonces. Como mi antiguo Instituto, este liceo alberga un museo en el interior, vitrinas con piezas de geología, biología, física, química o matemáticas adornan los pasillos y algunas salas


También los pasillos o algunas aulas están bautizadas con nombre de resistentes al fascismo o de caídos en las dos Guerras Mundiales o de víctimas de la Matanza de las Fosas Ardeatinas, antiguos alumnos o trabajadores del centro.


El centro se sitúa en el rione Prati, un barrio de clase media- media alta, lleno de edificios modernistas y no muy alejado del Vaticano. El Liceo tiene más o menos la misma cantidad de alumnos y profesores que nuestro IES Cornelio Balbo, este centro tiene un perfil, pese a lo que pueda parecer, bastante izquierdista, de hecho su alumnado, desde unos cuantos años a esta parte ha recuperado una «tradición» de sus padres consistente en «ocupar» el centro durante unas dos semanas en las que las autoridades dentro del mismo son ellos. Más allá de la conveniencia o no de estas actividades lo cierto es que la primera evaluación (llamémosla así) había concluido poco antes de mi llegada el 29 de enero.

El nivel de los alumnos a los que me tendría que enfrentar cada día es el equivalente a nuestro bachillerato que, en el caso de Italia dura un año más, es el llamado Triennio. En el Mamiani se ofrecen las especialidades de Liceo Científico, Liceo Lingüístico y Liceo Clásico. Las clases han sido verdaderamente provechosas y me ha sorprendido ver a muchos alumnos tomando apuntes o pidiéndome compartir las presentaciones de diapositivas que he empleado. Sin embargo voy a dejar para otra entrada todo lo referente a estas clases ya las visitas que he ido realizando estos días. Así me forzaré a no perder la buena costumbre de escribir en este blog.
Ci vediamo!!